Huella hídrica de la agricultura

El agua es fuente y motor de la vida en el planeta Tierra. Aproximadamente tres cuartas partes de la superficie del globo terráqueo están cubiertas de agua. Sin embargo, menos del 1% del agua del planeta es apta para sostener la vida humana, en un sistema con capacidad ambiental limitada y que sufre una presión antrópica desmedida a causa del crecimiento demográfico y el modelo de desarrollo actual.

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La Huella Hídrica es un indicador de sostenibilidad que permite identificar relaciones causa – efecto a nivel socioambiental, siendo las actividades socioeconómicas el principal factor de presión sobre los recursos naturales.

La huella hídrica de cualquier bien o servicio, es el volumen de agua utilizado directa o indirectamente para su producción, sumados los consumos de todas las etapas de la cadena productiva. Los tres componentes básicos para su cálculo son:

  • Huella hídrica azul. Es el volumen de agua dulce evaporada de los recursos globales de agua superficial y subterránea para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o la comunidad.
  • Huella hídrica verde. Es el volumen de agua evaporada de los recursos globales de agua verde (agua  de lluvia almacenada en el suelo).
  • Huella hídrica gris. Es el volumen de agua contaminada, que puede ser cuantificada como el volumen de agua requerida para diluir los contaminantes hasta el punto en que la calidad del agua esté sobre los estándares aceptables.

ImagenEspaña ha sido uno de los primeros países del mundo en incluir el análisis de la huella hídrica en las políticas gubernamentales, redactando los planes de gestión de cuencas a partir de su cálculo. Este análisis puede proporcionar un marco para optimizar las decisiones en materia de agua, ya que es necesaria una distribución más eficiente de los recursos para permitir la conservación del medio sin dañar la economía, sobre todo, agrícola.

En España, se calcula que la huella hídrica es de 2.461 m3 por habitante y año; mientras que la media mundial es de 1.385 m3

Una aplicación de la huella hídrica podría ser tener en cuenta todos estos datos y cálculos en la planificación de trasvases de agua, pudiendo así conseguir un ahorro de agua.

Autora: Carolina Angulo Carrasco

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