IMPORTANCIA DE LOS INSECTOS POLINIZADORES EN LA AGRICULTURA

 

La polinización animal, realizada principalmente por insectos, es responsable de gran parte de la producción agrícola de alimentos y, por tanto, es un servicio ecosistémico clave. Sin embargo, la mayoría de los cultivos agrícolas entomófilos sufre limitaciones de producción derivadas de la polinización: no logran alcanzar la producción óptima porque no reciben los aportes máximos posibles de polen, tanto en cantidad como en calidad, por parte de los insectos.

El 75 % de los 111 principales cultivos agrícolas del mundo dependen en mayor o menor grado de los animales para su polinización. Entre los productos agrícolas más dependientes se incluyen la manzana, la cereza, la almendra, los pequeños frutos, el tomate, el melón, la sandía, el café o el cacao. La importancia relativa de la polinización animal es menor (35%) cuando se considera el volumen de producción de alimentos, porque aquellos que suministran la mayoría de las calorías y proteínas en la dieta humana global (p.ej. los cereales) se producen por autopolinización, polinización por el viento o partenocarpia (producción de frutos o semillas sin necesidad de fecundación).

Npolinizadores

Gestión de la polinización entomófila

Las poblaciones de insectos polinizadores están reguladas por cuatro factores principales:

  1. La abundancia de recursos tróficos florales.
  2. La disponibilidad de ambientes de nidificación.
  3. Los depredadores y patógenos.
  4. Los pesticidas.

Así, la pérdida de hábitat, la incidencia de parásitos, el uso excesivo de pesticidas y sus efectos combinados explican con frecuencia el declive de las comunidades de polinizadores.

La intensificación ecológica se plantea como una estrategia de gestión agrícola orientada a aumentar la producción de los cultivos a través de 1) aportes sin impacto ambiental, que reemplacen a los tradicionales fertilizantes y pesticidas, y 2) el fomento de los servicios ecosistémicos de la biodiversidad hacia los cultivos. Pretendería, por tanto, mejorar la biodiversidad de insectos (y la cantidad y la calidad del servicio de polinización) diversificando las opciones de alimentación y nidificación de los polinizadores.

La importancia de los insectos polinizadores en la producción de alimento a nivel mundial es hoy indiscutible, y puede argumentarse que será cada vez mayor en un contexto de incremento de las necesidades de producción de alimento y de declive de los polinizadores, especialmente la abeja doméstica.

Saber que los polinizadores silvestres son tremendamente variados y que esa variación les hace importantes es el primer paso. El segundo es convencer a los agricultores sobre la conveniencia y la rentabilidad a largo plazo de la intensificación ecológica.

Este esquema productivo tiene efectos positivos evidentes y generalizados sobre la biodiversidad de polinizadores silvestres y la polinización, además de favorecer otros servicios ecosistémicos, como el control biológico de las plagas, la reducción de la erosión o la escorrentía, la conservación de la biodiversidad e incluso la estética de los paisajes agrícolas. La intensificación ecológica debe venir de la mano de actuaciones tanto a escala de la explotación agrícola como a escala del hábitat periférico y a escala del paisaje agrícola, por lo que las estrategias de gestión han de ser múltiples e integradas.

FUENTES:

AEET Asociación Española de Ecología Terrestre.

FAO Organización para la Alimentación y Agricultura.