La materia orgánica en los suelos agrícolas

Los complejos arcillo-húmicos se forman por la combinación de arcillas y de humus, los dos en estado floculado, seguido del trabajo de los microorganismos del suelo, y sobre todo de las lombrices, que gracias a su presencia en medio líquido pueden unir estas moléculas (negativamente polarizadas) por un catión bivalente: el calcio (Ca2+).

La actividad química de un suelo depende de la importancia que tenga el complejo arcillo-húmico, es decir, de su contenido en arcilla, materia orgánica y calcio. Pero, también depende del tipo de arcillas, que tienen una estructura en forma de láminas. Si estas láminas están separadas presentan más superficie activa y los suelos tienen una mayor fertilidad.

La materia orgánica influye en las siguientes propiedades físicas:

  • Mejora la porosidad del suelo, facilitando la aireación y respiración de las raíces.
  • Mejora las tareas de labranza al aumentar la esponjosidad del terreno.
  • Aumenta la infiltración y permeabilidad del suelo.
  • Aumento de la capacidad de retención de nutrientes del suelo, o lo que es lo mismo, aumento de la fertilidad del suelo.
  • Estructuración del suelo, contribuyendo a su estabilidad, compactando los suelos arenosos, y disgregando los suelos compactos.
  • Aumento de la capacidad de retención de agua, proporcionando una mayor resistencia a la sequía.
  • Protección contra la erosión por el aumento de retención de agua y el favorecer el crecimiento de raíces, combatiendo así problemas de desertización.

Y también en mejora estas propiedades químicas:

  • Aumenta la capacidad de intercambio catiónico. Ofrece mayores posibilidades en la nutrición de las plantas.
  • Retiene y facilita la absorción de nutrientes por las plantas. De esta forma impide que se lixivien con el agua de lluvia o de riego.
  • Estimula el crecimiento de las plantas. Aporta enzimas estimuladoras del crecimiento.
  • Aumenta la disponibilidad de micro y macro elementos.
  • Favorece la formación de compuestos orgánicos con el hierro (Fe), manganeso (Mn), cinc (Zn), cobre (Cu) y otros, facilitando su absorción por la planta.

Las principales acciones de la materia orgánica sobre las propiedades biológicas son:

  • Estimula el crecimiento y actividad de la flora microbiana del suelo.
  • Mejora la capacidad de germinación de las semillas.
  • Mejora los procesos de intercambio energético en las plantas.
  • Aumenta el rendimiento de los cultivos.
  • Favorece su oxidación para la formación de compuestos asimilables por las plantas.
  • Durante muchos años los abonos orgánicos fueron la única fuente utilizada para mejorar y fertilizar los suelos.

Es muy importante concienciar al sector agrícola de la importancia de realizar aportes regulares de materia orgánica en las explotaciones, que se traducirán en una mejora del suelo, aumentando la calidad y el rendimiento de las cosechas.