Nanotecnología agraria

La nanotecnología es la manipulación de la materia a pequeña escala. Se trata de una tecnología que produce elementos no presentes en la naturaleza a partir de lo más pequeño, como átomos y células colocados en lugares deseados. Lo más habitual es que tal manipulación se produzca en un rango de entre uno y cien nanómetros. La Nanotecnología resulta particularmente novedosa, porque se trata de construir de lo más pequeño a lo más grande.

La ciencia ha alcanzado un punto en el que las fronteras que separan las diferentes disciplinas comienzan a diluirse, y es precisamente por esa razón por la que a la Nanotecnología también se la reconoce como una tecnología convergente.

Como sabemos, la agricultura tiene una gran importancia ya que es la base del sustento de los habitantes de nuestro planeta. Los insectos, las plagas y las malas hierbas producen una gran cantidad de pérdidas anuales. Las estrategias tradicionales para reducir estas pérdidas se basan en estrategias como la rotación de los cultivos, el uso de variedades de plantas sanas y resistentes, cambios en los periodos de siembra y el manejo integrado de las plagas, que implica un control biológico de las mismas.

Con la industrialización de la agricultura estas técnicas han sido desechadas con el tiempo por otras más efectivas y al mismo tiempo, más agresivas con el medio ambiente. Se han utilizado compuestos químicos sintéticos para controlar y reducir estas pérdidas. Por esto la nanotecnología ya está generando muy buenos resultados en la agricultura.

La nanotecnología puede aplicarse para el tratamiento de algunas enfermedades de las plantas, para la detección precoz de los patógenos que las producen, para la mejora de la asimilación de nutrientes esenciales por las plantas e incluso la construcción de nano biosensores importantes en determinados procesos biológicos.

Su uso puede incrementar la eficacia de los pesticidas e insecticidas comerciales reduciendo su cantidad de aplicación al suelo a unas dosis significativamente menores requeridas para los cultivos con la mejora medioambiental que eso implica. El futuro de la industria agrícola puede pasar por usar estos materiales como nanopesticidas, nanofungicidas y nanoherbicidas. En definitiva, la aplicación de la nanotecnología a la agricultura es una alternativa más respetuosa con el medio ambiente para el caso concreto del control de insectos y plagas que los métodos químicos que tantos problemas medioambientales han generado.

Según la forma de trabajo la nanotecnología se divide en:

  • TOP-DOWN: Reducción de tamaño. Literalmente desde arriba (mayor) hasta abajo (menor). Los mecanismos y las estructuras se miniaturizan a escala nanométrica. Este tipo de Nanotecnología ha sido el más frecuente hasta la fecha, más concretamente en el ámbito de la electrónica donde predomina la miniaturización.
  • BOTTOM-UP: Auto ensamblado. Literalmente desde abajo (menor) hasta arriba (mayor). Se comienza con una estructura nanométrica como una molécula y mediante un proceso de montaje o auto ensamblado, se crea un mecanismo mayor que el mecanismo con el que comenzamos. Este enfoque, ha de permitir que la materia pueda controlarse de manera extremadamente precisa. De esta manera podremos liberarnos de las limitaciones de la miniaturización, muy presentes en el campo de la electrónica.